Ojo vago

OJO VAGO

Llamamos ambliopía u ojo vago a ojos sanos que no se han desarrollado correctamente y por ese motivo no alcanzan una visión del 100%.
Por lo general la ambliopía se presenta en un solo ojo, aunque existe la ambliopía bilateral (de ambos ojos).

Cuando se trata de un niño es posible recuperar la visión de ese ojo, en cambio cuando lo detectamos en un adulto la recuperación va a ser mucho más difícil.

Nuestros profesionales cuentan con una alta experiencia en las mejores clínicas oftalmológicas de Barcelona.

Primeramente, es necesaria la consulta con un oftalmólogo para descartar patologías asociadas a esa dificultad visual (por ejemplo, catarata, problemas retinianos, etc.). Si se trata de un niño o adolescente pondremos unas gotas (cicloplégico) para poder ver exactamente la graduación que tiene.

Normalmente el primer paso es hacer una gafa adecuada, puesto que muchas ambliopías vienen porque un ojo tiene graduación y el otro no. Es muy normal en estos casos que los padres no hayan detectado esa mala visión, ya que tiene un ojo por el que ve muy nítido y lo compensa.
Es posible que solo con la gafa ya recupere visión. En el caso de que hayan pasado unos meses y no haya recuperado visión, recomendarán las oclusiones.
También pueden recomendar usar la gafa todo el día, oclusiones unas cuantas horas al día y terapia visual.
La Terapia Visual consiste en unos ejercicios de estimulación visual que ayudarán a acelerar el proceso de recuperación de la visión.

La montura
Es muy importante comprar una montura que esté reforzada, que no se rompa fácilmente, que sea elástica, etc. Además de la parte estética: el niño/a tiene que llevar una gafa con la que se ve bien para que la quiera llevar puesta.
La forma de la montura también es muy importante para la recuperación de la visión, ya que si mira por encima de la montura las gafas no van a hacer el efecto esperado.
En Vision Center escogemos las monturas que tenemos teniendo en cuenta todos estos criterios.

Los cristales
Los cristales, en el caso de tener bastante graduación, más de 3 dioptrías, os recomendamos reducirlos para que al niño no le resulte incómodo llevar la gafa (si le pesa en exceso no se la querrá poner).
El hecho de reducir los cristales tiene 2 beneficios, por un lado, el que acabamos de comentar del peso de los cristales.
Por otro lado, tenemos el beneficio de una mayor dureza de los cristales, si el cristal es reducido va a ser más difícil que se rompa.
En cuanto al material de los cristales siempre recomendamos cristales orgánicos, para minimizar los daños que se pueda hacer en el caso de rotura de la gafa por caída. Es cierto que se rallan más los orgánicos que los minerales pero son más seguros.
Para que esto no sea un problema, en Vision Center tenéis el “seguro infantil” que os cubre 1 cambio de cristales al año de manera gratuíta.
Podemos cambiarlos porque haya cambiado la graduación, porque los cristales estén muy rallados o por rotura.
Nuestras monturas también tienen 2 años de garantía.

Existen diferentes tipos de parches. Los más comunes son los que se pegan sobre la piel del niño/a. Son parches de un solo uso. La marca que recomendamos es la Ortopad, son los que nosotros tenemos en tienda porque consideramos que son los de mejor calidad.
Los podéis encontrar discretos, de color carne, o de colorines y dibujos.
Personalmente me gustan más los de dibujos porque motivan al niño a quererlo usar, cada día pueden elegir un diseño diferente.
Otro tipo de parche es el tipo ventosa, que se pega al cristal de la gafa. Este lo suelen utilizar para los niños con problemas en la piel.

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