Starck

En 1949, París,  Philippe Starck. Nacido de la cuna de la Revolución Industrial, este parisino de imagen desenfadada, bohemia, y alocada, es uno de los máximos representantes del diseño industrial de nuestros tiempos.

Arquitecto de profesión y amigo de Alain Mikli, juntos hacen un tándem sin igual. Nos presentan una patente única en el mundo,Biolink. Se trata ni más ni menos de la simulación perfecta de la clavícula humana, llevada a la gafa, la cual hace de sus monturas, piezas comodísimas que encajan a la perfección.